La autoexpulsión absurda de Khedira dio alas a un Levante que dio la sorpresa al imponerse a los blancos gracias a un solitario tanto de Koné que fulminó sin piedad a Casillas con un cañonazo desde el interior del área
El Real Madrid cayó este domingo estrepitosamente en el Ciutat de Valencia al perder por 1 a 0 ante el Levante.
El conjunto local superó a los madridistas gracias a un tanto de Koné, que superó a Casillas en el minut 67 al culminar un fugaz contraataque en el que Javi Venta recorrió la banda derecha y sirvió un buen balón al delantero 'granota' que acabó fulminando al meta madridista con un potente disparo desde el interior del área.
Al margen del gol de Koné, el partido estuvo marcado por la polémica, por la expulsión de Khedira en los últimos minutos de la primera mitad por doble amarilla. El centrocampista germano se fue a la calle al recibir la segunda tarjeta amarilla por empujar al siempre controvertido Ballesteros en medio de una tangana iniciada por Di María, en la que el jugador argentino entró duramente a un rival y, posteriormente, fingió haber sido agredido por Juanfran.
Hasta ese momento, el Madrid había llevado la iniciativa en la primera hora de juego mientras el Levante probaba fortuna a la contra, pero pronto le perdió el respeto el conjunto 'granota' a los visitantes y el partido se abrió con diferentes alternativas hasta llegar a la citada autoexpulsión de Khedira.
Mourinho movió el banquillo tras el descanso y dio entrada a su compatriota Cristiano Ronaldo en detrimento de un Benzema que en el primer tiempo dispuso de buenas ocasiones de gol.
Ni la entrada de Cristiano tras el descanso, ni las posteriores incorporaciones de Özil e Higuaín fueron determinantes como para batir la meta de Munúa, y el Madrid acabó quedándose a cero en el Ciutat de Valencia y sumando una derrota más que inesperada.
A pesar de disponer de más de veinte minutos por delante para darle la vuelta al marcador, el Madrid acabó desquiciado sin dar la más mínima impresión de ser capaz de remontar el partido, con mucho desorden en el centro del campo y cediendo la iniciativa a un Levante que se encontró muy cómodo al contraataque.
La afición 'granota' disfrutó de su triunfo e incluso se permitió el lujo de mandarle un mensaje a Mourinho por su última rueda de prensa en la que afirmó que el Madrid aspiraba a la permanencia, al cantarle reiteradamente en el tramo final del encuentro al grito de: "¡A Segunda, a Segunda!".
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