Durante dos horas, a miles de kilómetros de Anoeta, un país vivirá pendiente de la Liga. El crack azulgrana y la estrella donostiarra tienen la culpa
Cornellà, poco más o menos medianoche del domingo 4 de septiembre, dos tipos se saludan efusivamente antes de despedirse con un “nos vemos el sábado en Anoeta”. Nada más y nada menos que Alexis Sánchez y Claudio Bravo después de caer derrotados frente a México en Cornellà-El Prat. Desde entonces, silencio total entre el crack azulgrana y otro de los grandes referentes del fútbol chileno. “De verdad que no nos hemos llamado esta semana. Entre Copa América y concentraciones con la selección casi cada 20 días, uno está saturado y quiere desconectar del resto”, confiesa el meta de la Real Sociedad.
Da lo mismo. Esta tarde, Chile se paralizará pendiente del televisor. El duelo entre la Real Sociedad y el Barça enfrentará a una gran estrella como Bravo frente a un ídolo nacional, Alexis. Un cara a cara desigual desde la óptica donostiarra. “Para nosotros es un privilegio competir contra el Barcelona. Ya vimos lo que pasó el día del Villarreal, pero no tenemos miedo. Es normal que el mejor equipo del mundo pase por encima al resto”.
Mientras Claudio Bravo supera sus temores, Alexis continúa con su proceso de adaptación. Pep lo mima y dosifica alternando titularidades con suplencias. Toda Chile espera que Guardiola se decante por su estrella en Anoeta y le reserve frente al Milan. El meta avisa. “El Barça está plagado de estrellas y es igual quien juegue. Solo puedo decirle a la gente que en el caso de Alexis Sánchez pronto veréis a un fenómeno dentro y fuera del terreno de juego”. Que así sea.
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