CR 7: Agotado

Cristiano Ronaldo: Agotado

Siete horas sin marcar. Son las que lleva Cristiano Ronaldo. Y esto, en un jugador de sus características, crea ansiedad. No es nada nuevo para el portugués. Al inicio de la temporada, cuando no marcó hasta la cuarta jornada liguera (algunos le dan un tanto en Anoeta, que corresponde a Pepe), ya se utilizó este término para definir su estado de ánimo.

Hoy, CR7 acumula cuatro partidos consecutivos sin ver puerta. En su última aparición, el miércoles ante el Sevilla en la vuelta de las semis coperas, hasta el público del Bernabéu, su propia afición, llegó a pitarle. No le perdonaron su apatía cuando falló un mano a mano con Javi Varas. Aunque eso sí, en su descargo hay que decir que en una ocasión llegó a excusarse ante Xabi Alonso por no haberle cedido el balón cuando el tolosarra estaba en una posición mucho mejor que la suya.

Lo cierto es que la 'desaparición' goleadora de Cristiano Ronaldo ha coincidido con una desesperante sequía anotadora del cuadro blanco. En los últimos cuatro partidos en los que el portugués no ha visto puerta, los de Mourinho han firmado la pírrica cifra de cuatro tantos. En este mismo tiempo, el Barça ha conseguido más del triple de dianas: 14. De las cuales cinco (una más que todo el Madrid junto en este tiempo) llevaron la rúbrica del mejor jugador del mundo: Leo Messi.

Autopresionado

Todo ello contribuye a aumentar la presión sobre el jugador portugués. CR7 sabe que se espera de él una producción goleadora acorde con el desembolso de su fichaje y se siente presionado por ello. Pero la lucha con Messi aumenta todavía más este problema. De momento, CR7 lidera la tabla de máximos realizadores ligueros (22 a 21). Pero en Copa del Rey las cifras se giran en su contra: Messi lleva siete tantos por seis el portugués. Quien, además, sólo contará con una oportunidad para alcanzar e intentar superar al argentino: la finalísima que disputarán Barça y Real Madrid el próximo 20 de abril.

Lo cierto es que CR7 está al borde del agotamiento. No se ha perdido ni un minuto en Liga y Mourinho apenas le concede descanso. Se escudan los responsables de este carrusel físico de Ronaldo en que es la mejor manera de que se encuentre en plenitud de condiciones. Pero lo cierto es que en los últimos cuatro partidos no ha dejado más que algún destello aislado de esa velocidad endiablada que, a falta de otras excelencias técnicas, le permite deshacerse de sus marcadores.

Cristiano es el símbolo de un Real Madrid agotado, que espera como agua de mayo las dos próximas semanas, sin partidos de club (no juega Champions hasta el 22 de febrero), para intentar recargar pilas. Si no lo consigue, su temporada puede acabar muy pronto.