El Barça entre algodones y alarma Messi

Su llegada a Barcelona está prevista para mañana jueves, pendiente del Villarreal
Puyol sigue con molestias en su rodilla y Bojan es duda

Leo Messi está tocado. Al menos, esa es la información que cruzaron durante la tarde de ayer los médicos de la selección argentina con sus colegas del Barça. Hasta entonces, todos tenían asumido que el crack del Barça y de la selección albiceleste, que esta madrugada jugó un amistoso en Costa Rica, iba a ser titular, igual que ante Estados Unidos. Pero por la tarde de ayer, hora española, empezaron a saltar las alarmas: Messi sentía molestias en sus adductores y fue entonces cuando empezó a discutirse si debía jugar o no el partido con su selección. Al cierre de esta edición, se había impuesto la sensatez y todos convinieron que lo más prudente era que el número 1 se tomara un respiro.

El protocolo de actuación se puso en marcha. Sergio Batista, seleccionador argentino, había anunciado la víspera la alineación del crack en un país que le había recibido como a Pelé 40 años antes. El recuperador azulgrana Juanjo Brau, siempre con Messi en sus viajes con la selección, hizo de enlace entre los responsables médicos de la albiceleste y los azulgrana, en contacto por teléfono. La AFA (Agrupación de Fútbol Argentino) anunció en una nota que Messi tenía una sobrecarga en el adductor derecho y sometido a tratamiento de kiniesiología.

Mensaje tranquilizador

La información que le hicieron llegar los doctores de la selección a sus colegas en Catalunya fue tranquilizadora. Según su versión, no era una lesión, pero sí unas molestias que cabía tomar en consideración y, en consecuencia, optar por la decisión más prudente. En el fondo, el Costa Rica-Argentina era un amistoso y a la propia selección argentina tampoco le interesa poner en riesgo a su mejor jugador, con la Copa América en el horizonte como país anfitrión.

Ni que decir tiene que el Barça respiró aliviado con esta decisión de la que participaron todos, incluido el jugador. Todos saben que Messi es un apasionado del fútbol y saben lo que le cuesta ver un partido desde fuera de la cancha.

Mañana jueves Messi estará en Barcelona. Entonces, tras ser examinado, se valorará con precisión su estado, sobre todo con ese partido en Vila-real previsto, salvo que haya huelga, para el sábado por la noche. Dada la importancia de ese choque, trascendental para la suerte de la Liga, todo el barcelonismo estará pendiente de Messi y de la jueza Purificación Pujol

Puyol, sin plazos

El mutismo oficial alrededor de la lesión de Carles Puyol, interrumpido mínimamente por Jordi Monés el pasado lunes ("todavía siente dolor", reveló el directivo responsable del área médica), ha convertido prácticamente en un secreto de estado conocer la evolución física del capitán. A día de hoy, lo único cierto es que la preocupación en el vestuario y en el club aumenta por momentos, ya que el jugador trabaja a fondo para volver pero el dolor en la rodilla izquierda persiste, lo que impide, pese a las numerosas especulaciones, concretar la fecha de retorno.

Es inevitable ya que Puyol, que sigue sin tocar balón, sea baja este sábado contra el Villarreal y también en Champions (ida de cuartos) contra el Shakhtar, dos partidos para los que se contaba con él hace unas semanas. La tendinopatía en el vasto externo de la rodilla izquierda se está convirtiendo en una lesión maldita. Justo cuando Puyol estaba a punto de recibir el alta en la sesión previa al Barça-Zaragoza, se resintió de las molestias y, desde entonces (5 de marzo), no ha habido nuevo comunicado médico. El jugador lleva más de dos meses KO, los clásicos se acercan y el club no dice ni mu.