José Mourinho firmó con el Real Madrid un contrato por cuatro temporadas, pero con una cláusula por la que ambas partes se comprometían a poder romper la relación contractual sin que mediara indemnización alguna
Esta condición la pidió el técnico portugués para evitar los problemas que le generó su salida del Inter cuando quiso fichar por el Madrid (se hablaba de una operación que le costó al club blanco 16 millones de euros) y la aceptó el Real Madrid para evitar pagarle un penalización (gana por temporada más de 10 millones de euros netos), en el caso de que tuviera que echarle antes del 30 de junio del 2014.
Vamos, que eso hace más factible que Mourinho pueda irse en junio, tal y como ya especulan desde la Capital, o que Florentino Pérez, quien por cierto no consiente amenazas de ningún tipo, se cargue de razones y dé el visto bueno a su marcha a final de esta temporada.
La realidad, es que el técnico madridista ya dejó tirado al Oporto, tras conquistar con el club portugués la Liga, la Copa de la UEFA y la Champions, y volvió a repetir la misma jugada al ganar el ‘triplete’ con el Inter de Milan, lo que hace pensar que piensa más en él, como dando a entender que se preocupa más en coleccionar títulos, que en los clubs en los que entrena.
Por todo esto, nadie entiende que Mourinho monte un pollo cada día en al Madrid, mantenga un cruce de palabras casi a diario con Jorge Valdano, se dedique a atacar a los colegiados constantemente, exija la mejora de Pepe, ponga el grito en el cielo porque no le han fichado un ‘9’. Patrañas y más patrañas por si al final no gana nada. Lo de Mourinho puede acabar como el rosario de la aurora si al final sigue el pulso personal contra las personas cercanas al presidente...
Vamos, que eso hace más factible que Mourinho pueda irse en junio, tal y como ya especulan desde la Capital, o que Florentino Pérez, quien por cierto no consiente amenazas de ningún tipo, se cargue de razones y dé el visto bueno a su marcha a final de esta temporada.
La realidad, es que el técnico madridista ya dejó tirado al Oporto, tras conquistar con el club portugués la Liga, la Copa de la UEFA y la Champions, y volvió a repetir la misma jugada al ganar el ‘triplete’ con el Inter de Milan, lo que hace pensar que piensa más en él, como dando a entender que se preocupa más en coleccionar títulos, que en los clubs en los que entrena.
Por todo esto, nadie entiende que Mourinho monte un pollo cada día en al Madrid, mantenga un cruce de palabras casi a diario con Jorge Valdano, se dedique a atacar a los colegiados constantemente, exija la mejora de Pepe, ponga el grito en el cielo porque no le han fichado un ‘9’. Patrañas y más patrañas por si al final no gana nada. Lo de Mourinho puede acabar como el rosario de la aurora si al final sigue el pulso personal contra las personas cercanas al presidente...
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